lunes, 15 de abril de 2019

Sword Art Online the movie: Ordinal Scale.

Sword Art Online: Ordinal Scale es una película de anime japonesa, de aventura y fantasía, basada en la serie de novelas ligeras escritas por Reki Kawahara e ilustradas por abec. La película es producida por A-1 Pictures y dirigida por Tomohiko Itō, esta presenta una historia original por Kawahara, diseño de personajes por Shingo Adachi y música por Yuki Kajiura. Fue estrenada en Japón el 18 de febrero de 2017, en México el 4 de marzo de 2017, y en Estados Unidos el 9 de marzo de 2017. 



Nos situamos en 2026, cuando una nueva máquina llamada Augma se desarrolla para competir contra el NerveGear y su sucesor, el Amusphere. Un dispositivo portátil de próxima generación, el Augma no tiene una función de inmersiva completa como sus predecesores. En su lugar, utiliza Realidad Aumentada (AR) para introducir a los jugadores en el juego. Es seguro, fácil de usar y permite que los usuarios jueguen mientras están conscientes, lo que lo convierte en un éxito instantáneo en el mercado. El juego más popular en el sistema es "Ordinal Scale" (OS), un ARMMORPG desarrollado exclusivamente para el Augma. Asuna y la banda ya han estado tocando OS por un tiempo, y pronto Kirito decide unirse a ellos. Sin embargo, están a punto de descubrir que Ordinal Scale no es todo diversión y juegos. Secuela de Sword Art Online II.

Sword Art Online se basa en una premisa muy simple. «Morir en el juego significa la muerte orgánica». Pese a que Reki Kawahara, el autor de la obra original, se atreve a explorarlo en su obra homónima, su adaptación obvia el conflicto moral y psicológico por el romanticismo y la aventura. Ordinal Scale se propone a si misma como su redentora. Por mucho que Sword Art Online diese cierre a Aincrad en el primer arco de su primera temporada, tanto Fairy Dance como Phantom Bullet, Calibur y Mother’s Rosario beben de su influencia directa. Sin embargo es Ordinal Scale —un producto original, lejos de la pluma de Kawahara— la encargada de continuar con el legado que el autor dejó en el piso 75 de Aincrad.

Imagen sacada de: elpalomitrón.com

Ordinal Scale se podría categorizar como una victoria pírrica. La obra presenta un desarrollo de personajes más logrado, con un villano genuino que (por primera vez) lucha por una razón éticamente cuestionable, pero con una base emocional coherente. Y lo más importante de todo, por primera vez no necesita ambientarse en un mundo obligatoriamente fantástico para narrarlo. Ordinal Scale tiene todas las piezas para ser una gran obra. Y, sin embargo, su propio origen se convierte en su propia ancla. Porque Ordinal Scale no es más que Sword Art Online. Una vez más.

El simple hecho que eliminar la premisa de la muerte orgánica trae consigo una naturalidad latente. Sus actores y actrices se mueven en un mundo orgánico, conocido y se permiten una nueva libertad que se atreve a llevar el romanticismo más allá del drama ante la muerte e incluso lo extiende a nuevos personajes. De hecho, parece ser la primera vez que los supervivientes de Sword Art Online tienen un sitio de verdad en el guión. Su historia fluye sin necesidad de caer en los tropos del anime, pero el miedo a lo original hace que el intento caiga en saco roto, dejándonos ver una muestra de lo que podría haber sido. Pero no es.
Imagen sacada de: elpalomitrón.com

Esa recursividad hacia lo vivido en Aincrad que tiene que aparecer siempre para recordarnos que esto es Sword Art Online. La aparición de antiguos jefes finales del juego original en Ordinal Scale cuenta con cierta gracia al despojar a Kirito de sus poderes y convertirlo en un simple humano —teniendo en cuenta que en una supuesta inmersión en RA cuenta con su propio cuerpo. Es el personaje de sus novelas. Una deconstrucción de lo que muestra en su anime. Una persona humana, que tropieza, que cae, que se cansa. Y además con el contrapunto lógico de que el mismo se encuentre cansado de seguir siempre la misma línea. Pero el guión lo fuerza hasta que consigue que Kirito sea Kirito una vez más.

Con todo, y por mucho que no sea todo lo que podría ser, no deja de ser todo lo que es. Aunque no entre en conflictos morales sigue jugando con la idea del miedo a la muerte, con lo que sintieron y sienten los supervivientes del mortal juego. Ordinal Scale no es solo un repaso a toda su obra, sino que consigue reflexionar sobre la misma y plantear un cierre a la misma haciendo uso de todos los recursos que ha construido por el camino.

Incluso así, Ordinal Scale sigue proponiéndose como la versión exponencial de Sword Art Online y si lo consigue en un medio es en su apartado técnico. La obra presume de un nivel de atención y detallismo que ensombrece a todo su historial de adaptaciones. Los juegos de luces y sombras, incluso los de partículas, cuentan con un nivel de realismo y dinamismo que se superpone a unas escenas repletas de acción y que consiguen moverse con la mayor sensación de kinestesia posible. Incluso los movimientos más exagerados toman forma en las pautas de A-1 Pictures‎ para ilustrarse, fotograma por fotograma, en nuestras retinas.

Desde las escenas más simples hasta los combates más espectaculares, el trabajo de su estudio es soberbio en cada uno de los más pequeños detalles que nos muestran. A ello se suma el trabajo de la veterana Yuki Kajiura que juega con las composiciones orquestales y vocales para crear una sensación de inmersión completa en cada una de las escenas a las que da forma la obra. Su trabajo excede con creces su partición en el título original con temas como “Delete” o “Longing”, que trabajan sobre los tonos épicos de la fantasía con un añadido dramático y compases variables para ofrecer la mejor experiencia musical de la saga.

En el fondo Ordinal Scale es Sword Art Online una vez más. Los seguidores del título encontrarán en ella su versión exponencial —una que incluso podría firmarse como el triunfal cierre de la misma— mientras que sus detractores posiblemente no encuentren nuevas razones para unirse a su credo. Es difícil no sentir que pierde una gran oportunidad, la de mostrarnos una versión diferente, más madura, menos previsible y con un guión por encima del nivel general de sus adaptaciones.

Como lo mejor podemos decir que:

  • La obra ejecuta un intento de atrevimiento con un tono más maduro.
  • Técnicamente soberbia, especialmente en el trato a los efectos visuales durante los combates.
  • La capacidad de observar más allá de la relación entre los protagonistas.
  • Supone un gran cierre para el arco de Aincrad.

Y, por contraste, también podemos decir que:

  • Recae en los mismos errores que su obra original.
  • Excesivo uso de fanservice argumental para enriquecer un guión que no lo necesita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario